En el campo de la generación de energía solar, un error común se propaga ampliamente: cuanto mayor es la temperatura, más eficientes son los módulos solares en la generación de electricidad. Sin embargo, este no es el caso. Para comprender este problema, primero debemos profundizar en el principio de funcionamiento de los módulos solares y su relación con la temperatura.
El núcleo de los módulos solares es el efecto fotovoltaico, que convierte la energía luminosa en energía eléctrica a través de materiales semiconductores. Sin embargo, esta eficiencia de conversión no es constante y está influenciada por varios factores, siendo la temperatura un factor crucial. Los módulos solares tienen una característica de coeficiente de temperatura negativo, lo que significa que a medida que aumenta la temperatura, la potencia máxima de los módulos disminuye en consecuencia.
En el caluroso verano, aunque hay mucha luz solar, las altas temperaturas representan un desafío para la eficiencia de los módulos solares. Las altas temperaturas no solo reducen directamente la capacidad de generación de energía de los módulos, sino que también pueden desencadenar una serie de efectos negativos, como el efecto de punto caliente y el efecto PID. Estos efectos no solo afectan la eficiencia de generación de energía de los módulos, sino que también pueden acortar su vida útil o incluso causar fallas en los módulos.
El efecto de punto caliente ocurre cuando el rendimiento eléctrico de cierta batería dentro del módulo es pobre, lo que hace que consuman energía de otras baterías bajo iluminación, lo que lleva a un aumento de temperatura local. Este aumento de temperatura exacerba aún más la disminución del rendimiento, formando un círculo vicioso. Sin embargo, el efecto PID es causado por la migración de iones bajo alto voltaje y es más probable que ocurra en entornos de alta temperatura.
Además, los entornos de alta temperatura pueden afectar la eficiencia de los inversores fotovoltaicos. Los inversores son dispositivos clave en los sistemas de energía solar, responsables de convertir la energía de CC en energía de CA. Sin embargo, los componentes electrónicos dentro de los inversores son muy sensibles a la temperatura, y las altas temperaturas pueden hacer que los componentes envejecen rápidamente, aceleran las fallas e incluso hacen que el inversor deje de funcionar.
Por lo tanto, podemos concluir que las temperaturas más altas no significan más generación de energía solar. Por el contrario, los entornos de alta temperatura tienen un impacto negativo en la eficiencia de los módulos e inversores solares. De hecho, la generación de energía máxima en las plantas de energía fotovoltaica a menudo ocurre a fines de la primavera, principios del verano, finales del verano o principios del otoño, cuando la temperatura ambiental es moderada y la irradiancia es alta. que representa las condiciones ideales para la generación de energía solar.
Como empresa líder en el campo de la energía solar, Anern es muy consciente del impacto de la temperatura en la eficiencia de generación de energía de los módulos solares. Por lo tanto, al diseñar y fabricar módulos solares, nos enfocamos particularmente en mejorar su resistencia a altas temperaturas para reducir la degradación del rendimiento en entornos de alta temperatura. Mientras tanto, también proporcionamos sistemas inteligentes de control y monitoreo de temperatura para plantas de energía fotovoltaica para garantizar que funcionen de manera eficiente y estable bajo diversas condiciones ambientales.
En el camino hacia la búsqueda de energía limpia, debemos abandonar las percepciones incorrectas y abordar la tecnología de generación de energía solar con una actitud científica. Solo así podremos utilizar mejor la energía solar, un recurso renovable, y contribuir al desarrollo sostenible de la Tierra.